Esta guerra provocó muchas muertes puesto que hubo varias epidemias durante la trayectoria de la guerra y en algunas provincias hubo crisis de subsistencia. La destrucción de las cosechas provocó la mala alimentación de las personas por lo que también influyó en las muertes.
Sobre Andalucía podemos decir que lleva un ritmo de altibajos puesto que al combinarse las altas tasas de natalidad con las de mortalidad se mantiene más o menos constante alrededor de los 100.000.
El crecimiento económico que se había dado desde mediados del siglo XVIII se frena debido a la interrupción del comercio con América y la poca producción agrícola por los desastres de la guerra.
En el siguiente video se explican las consecuencias de la Guerra de la Independencia:
A partir de 1830, comienza de nuevo el crecimiento de la población, con grandes tasas de natalidad y de mortalidad, que fue más lento con respecto al resto de Europa. Muchos españoles emigraron a otros países para mejorar su situación.
El crecimiento de la población fue mayor en la periferia que en el interior lo que provoca una distribución geográfica desigual.
Después de las guerras carlistas y del cólera que llegó a España por primera vez en 1833, fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando empezó a ralentizarse el crecimiento de la población aunque seguía sin ser al ritmo europeo.
Durante este siglo hubo varios Censos que están recogidos en la INE:
- Censo de 1857
- Censo de 1860
- Censo de 1877
- Censo de 1887
- Censo de 1897
Al producirse las guerras coloniales en las que los países sudamericanos se independizan de España, hay una menor emigración hacia estos países.
A finales del siglo, la esperanza de vida roza los 40 años.
España pasó de tener 10,5 millones de habitantes en 1801 a 18,6 millones en 1900.
No hay comentarios:
Publicar un comentario